El ser humano puede que nunca haya existido. No existe el punto en el que el ser humano aparece, ese punto exacto antes del cual no estaba y después del cual estaba en su rotunda presencia.
No podemos encontrar ese hito porque no existe. Ese punto temporal es un acuerdo. En realidad, es un acto de creación, un “acto divino”. Es por eso que los mitos pueden narrar la creación de la humanidad y nosotros, desde nuestro mundo moderno, no podemos.
Seguramente eso implica que tampoco ha existido ese ser humano realmente en toda su esencia, y que ahora, tampoco existe.
Podríamos, no obstante, pensar que hacerse humano es un “proceso”. ¿Qué no ha terminado? ¿Qué no ha comenzado nunca? ¿Un proceso que terminará cuando realmente seamos humanos?
El ser humano existe por creación ex-nihilo, como cualquier cosa que pasa de la nada a la profunda esencialidad. Aunque no sean dioses los que creen, aunque seamos nosotros mismos quienes lo hagamos.